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jueves, 19 de julio de 2012

Capítulo 1 -Metamorfosis-



Erase una vez un antiguo reino llamado Salmandus donde la abundancia y los bajos impuestos lo hacían algo utópico para todos sus habitantes. Mis padres y yo vivíamos en una choza, en la parte sur del reino... a esa zona se le llamaba "los refugiados" pues todos los que se encontraban ahí habían llegado de otros lugares y se establecieron. La vida ahí era muy difícil y mas para alguien como yo, pues ser hija adoptiva y tener que mantener el secreto no era fácil, mas sin embargo, mi madre nunca me dejaba salir a no ser que fuera al patio trasero....

Ella pacientemente trataba de inculcarme cada día los deberes del hogar y como ser una buena esposa, pero cada vez debía arruinar las lecciones del día ya fuera por envenenamiento en la comida, inundar la casa, quemar los utensilios de cocina, en fin... todo eso y hasta lo inimaginable.

Desde entonces, pasaba los días divagando en la mente, dormida o simplemente observando a mi madre.

-Doneth, querida... ¿Dónde está Vorel? Quiero proponerle algo para acabar con sus días de aburriemiento- escuché a mi padre decir mientras entraba feliz a la casa.

- ¡Aquí estoy padre!- Salí corriendo de mi recamara antes de que mi madre pudiera responder.

- ¡Oh mi encantadora Vorel! Ven conmigo... quiero decirte algo, pero que tu madre no se entere...-

Vió por el rabillo de su ojo a mi madre , que se acercaba molesta.

-¡Qué estás tramando Augustus!- dijo...y posó sus manos sobre los hombros de mi padre.

-Querida, tranquila.... Ven, siéntate junto a mi, lo que voy a decir es importante...-

Al decir eso, mi madre y yo nos sentimos inquietas, que sería lo que nos iba a decir que fuese tan importante.. Mi padre suspiró y comenzó a hablar.

-Vorel de Ventus.... tanto tú, como tu madre saben que no eres buena para los deberes, pero ya no es posible que sigas sin hacer algo para tu futuro, eres nuestra única hija y quiero lo mejor para ti...-

Su voz empezó a tornarse mas grave y mi madre me miraba con preocupación...ella sabía lo que mi padre estaba pensando y no le agradaba la idea, mas sin embargo....parecía que no diría palabra alguna en contra cuando le escuché aclarar su garganta...

-Pero.... Augustus, tu sabes a lo que te arriesgas si te atreves a...-

Antes de que la dejara terminar mi padre alzó la voz y respondió agitado.

-¡Que crees que no se las consecuencias que podrían traerle a la niña con esta decisión!-

Volteó a verme y me clavó hondo su mirada.

-Vorel, tu no eres sangre de mi sangre, pero los siete años que llevas conmigo y tu madre han sido suficientes para sentirte como si lo fueras, por eso me atrevo a pedirte que aceptes te enseñe a usar la espada y el noble arte del combate.....-

Guardó silencio...sus ojos quedaron viendo a la mesa mientras se sentaba, mi madre tomo su mano y esperaron respuesta de mi parte.

-Padre....-

Le dije casi susurrando, él levantó la mirada. En mi había una gran sonrisa y mi cuerpo parecía arder en llamas.

-¡Oh, padre, me haces tan feliz! Como rechazar tal oferta por parte tuya.-

Nos abrazamos, mientras mi madre se levantaba de la mesa dirigiéndose a la cocina, al darse la vuelta traía entre las manos las tijeras.

-Hija mía... ahora debemos hacerte pasar desapercibida ante todos, llegarás a ser grande y figurarás en la lista del noble ejercito que custodia la felicidad del reino...-

Se acercaba lento y jugaba con las tijeras en sus manos, al llegar a mi...tomó un mechón de cabello...y lo cortó de tajo; quedé pasmada...y de mis ojos se escaparon unas lágrimas mientras mi madre seguía cortando. Cuando terminó...mi cabello cubría mi cuello y orejas, no podía dejar de sentir los bordes..me encontraba en shock total... mi cabello, que antes llegaba a mi cintura...había desaparecido.
Mi madre me abrazó fuertemente, me levanté y me acompañó a mi cuarto... al acostarme quedé dormida casi inmediatamente.




















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